El dinero rige el mundo. Esta ley no escrita lamentablemente también rige en la selva.
Claro
En 1973 el gobierno brasileño planificó la construcción de la carretera Perimetral Norte, que debía atravesar de este a oeste todo el territorio yanomami. Afortunadamente las protestas internacionales consiguieron detener esta obra ya comenzada; sin embargo, la siguiente amenaza ya estaba cerca. A principios de los años 80 más de 50.000 buscadores de oro invadieron en esta región. Desde entonces ya han construido 120 pistas de aterrizaje para sus avionetas.
En su búsqueda de recursos naturales, los buscadores de oro deforestan la selva, cavan grandísimos huecos en el suelo y, con fuertes chorros de agua, lavan la tierra contenedora de oro separándola de las raíces de los árboles. Para filtrar el oro utilizan mercurio, que intoxica la tierra, los ríos, los árboles y las plantas. De este modo, los fundamentos de vida de los yanomami están siendo destruidos.
Buscadores de oro
Los pantanos surgidos por el trabajo de los mineros son caldos de cultivo ideales para el mosquito Anopheles, transmisor de la malaria. En la actualidad casi todas las aldeas están siendo afectadas por esta peligrosa enfermedad del trópico. Aproximadamente el 70% de los yanomami está sufriendo de malaria. Ya se han desarrollado agentes patógenos resistentes que son difíciles de tratar y, mientras tanto, enfermedades como la tuberculosis, el sarampión y otras infecciosas también acechan a los yanomami.
Desde la invasión de los garimpeiros, más de 2.000 yanomami han muerto debido a agresiones violentas yenfermedades introducidas.
Por mucho tiempo el gobierno de Brasil observó lo que acontecía sin hacer nada. Luego, las campañas internacionales de las organizaciones por los derechos humanos acentuaron la presión sobre el gobierno logrando que la Policía Federal sacara de la región a la mayor parte de los garimpeiros. Sin embargo, aún quedan algunas centenas de buscadores de oro en el territorio yanomami brasileño y en el río Siapa, afluente del Orinoco.
Mosquito
El núcleo duro de los garimpeiros, no obstante, persistió. La malaria también.