En 1992 Christina Haverkamp atravesó el Atlántico junto con Rüdiger Nehberg en una balsa de bambú construida por ellos mismos. Lo hicieron para llamar la atención sobre la continua represión de los indígenas hasta la fecha.
Esta empresa también constituyó un viaje de protesta a propósito de la celebración de los 500 años del descubrimiento de América.
La vela exhibía el siguiente mensaje:
500 años de América
500 años de genocidio
Derechos de tierra para todos los indígenas
Norteamérica y Sudamérica
Salven a los Yanomami y a la selva
¡Ahora mismo!
La travesía partió de Dakar (Senegal) cruzando el Atlántico hasta Fortaleza (Brasil).
Tuvo una duración de 50 días y continuó hasta la Casa Blanca en Washington. La operación captó en gran medida la atención de los medios, en el año aniversario de Cristóbal Colón.