Nuestro primer dispensario lo construimos en 1997 en Ixima. La petición de que se construyera surgió de lospropios yanomami y se realizó junto con su colaboración. Desde que los buscadores de oro invadieron su territorio están sufriendo enfermedades introducidas desde afuera.
Entretanto, el dispensario es dirigido personalmente por dos hermanos yanomami quienes exitosamente dan tratamiento a la malaria, tuberculosis, enfermedades infecciosas y ceguera de los ríos. Asimismo, las posibilidades de supervivencia de los bebés han aumentado debido a la mejor asistencia médica.
Justamente al lado del ambulatorio se encuentra una escuela donde se imparte clase bilingüe en portugués y yanomamé.
Mientras los indígenas no sepan hablar la lengua oficial, son considerados como menores de edad y están bajo la jurisdicción de FUNAI, autoridad estatal protectora de los indígenas. Los yanomami en Ixima eran conscientes de esto, por lo tanto quisieron aprender portugués.
Entretanto, la francesa Ana Ballester ha formado indígenas yanomami como maestros de escuela, quienes dan clases a los niños según sus propias costumbres. Hasta el día de hoy los yanomami en Ixima están agradecidos por el centro de salud y por la escuela.
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